07 julio 2010

Propia definición de éxito

Muchos meses sin escribir y ahora, por fin, con el compromiso personal de recuperar este espacio para reflexionar y compartir en alto.

Estamos a unas horas de que la selección de fútbol juegue las semifinales del Mundial. En otro momento, en otras circunstancias, esto hubiera sido todo un éxito, pero tengo la sensación de que la gente espera más, y más y más.

Las expectativas de los demás, su medida de éxito puede ser tan distinta a la tuya, que si uno no lo tiene medianamente claro, puede un día descubrir que está viviendo baja la definición de los demás, bajo su idea de éxito, su idea de correcto e incorrecto, lo que se debe o no hacer, decir o pensar.

¿Tienes tu propia definición de éxito? ¿Piensas y actúas en función de ella?

2 comentarios:

José Javier Romero dijo...

¡Me alegro mucho de que hayas vuelto al blog!

Respondiendo a tus reflexiones sobre el éxito... ¿no es acaso un término que nos compara con otros, que nos "barema", que nos ordena de mejor a peor? El término éxito me sugiere toda esta corriente de filosofía de vida americana, donde la competitividad lo es todo.

Hay otra acepción, ya lo sé, más relacionada con la superación personal, con tus propias metas... pero no deja de ser la sonrisa amable de esa competitividad...

¿Por qué tengo que superarme? ¿Por qué tengo que ser más? ¿Y cómo se mide esto de esto de ser mejor?

Me gusta más la palabra felicidad que éxito... me parece más amplia

Raquel dijo...

Hola JJ!! Qué alegría que estés al otro lado y con ganas de debatir un poco.

Quizá el ejemplo del Mundial de futbol sea la expresión máxima de competitividad, donde unos son mejores que otros y unos ganas y otros pierden. Pero más allá de eso...quien define lo que es éxito para unos y otros?? Las expectativas?? Las propias o las de los demás?

Creo que una de las claves de la felicidad o del éxito (llámalo como quieras) (que no sean las palabras jaulas de conceptos)es que sean tus propias expectativas y tus propios valores los que marquen tu baremación.

Abres un nuevo debate cuando preguntas...¿Por qué tengo que superarme? ¿Por qué tengo que ser más?...´

Desde mi punto de vista, no tienes que superarte, a menos que tu quieras. ¿Quieres superarte? ¿Para qué quieres hacerlo?. Si la respuesta es para ser mejor o más que otros...la insatisfación se apodera de uno. Si la respuesta, en cambio, tiene que ver con la propia misión o propósito vital...la vida cobra sentido.

Bueno...eso es lo que yo creo.