Un viejo indio estaba hablando con su nieto y le decía: “Me siento como si tuviera dos lobos peleando en mi corazón. Uno de los dos es un lobo enojado, violento y vengador. El otro está lleno de amor y compasión. El nieto preguntó: “Abuelo, ¿Cuál de los dos lobos ganará la pelea en tu corazón?”. El abuelo contestó: “Aquel que yo alimente”.
Este texto me lo encontré impreso en una bolsa de papel tras realizar unas compras.
Y me paré a pensar qué lobo estaba alimentando en mi vida y, aunque muchas veces, nos guste pensar que no tenemos opciones, que no tenemos capacidad para elegir, que es “normal” caer en el enfado, en la queja o en la frustración, depende de nuestra actitud, de nuestros pensamientos y sobre todo de lo que decidimos hacer, lo que supone un elemento diferencial en nuestras vidas.
¿Qué pensamientos y conductas alimentas en tu vida? ¿Qué estás eligiendo?
1 comentario:
A parte de la reflexión a la qué nos invitas hacer, me encanta poder comprobar que un simple segundo de prestar atención a lo que tenemos a nuestro alrededor nos puede aportar una enseñanza maravillosa. Gracias por compartirlo
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