08 junio 2009

Un mes y pico sin escribir...

Un mes y pico sin escribir por aquí. Supongo que ya nadie se pasará por el blog a ver si actualizo.

Definitivamente se acabó el tiempo arácnido y confirmo que tanto la excedencia como posteriormente el no aceptar “pulpo como animal de compañía” han sido de las mejores decisiones que he tomado. No sé cómo me afectará todo esto en mi trayectoria profesional, no lo sé, pero no creo que peor que trabajar junto a personas que confunden la diferencia con la agresión.

Y el mes de mayo que acabó fue un círculo en toda regla, que por primera vez he sentido se ha cerrado como se tienen que cerrar los círculos, sin que se note.

A lo largo de mi vida, el mes de mayo suele ser donde comienzan y acaban las cosas más importantes. No sé muy bien por qué se produce, pero si echo la vista atrás, así sucede.

Y ahora, cerrada definitivamente muchas puertas, no sólo la profesional, comienzo a abrir otras llena de energía, despacio, como se tienen que hacer las cosas para saborearlas y sentirlas, paso a paso, pero sin grandes pausas.

Vuelve con fuerza la idea de emprender, con algunos cambios respecto a la idea que trabajé en el mes de marzo. La búsqueda de empleo provoca en mi una reflexión profunda de quien soy y qué quiero. No necesito ni seguridad, ni un empleo para todo la vida, ni un gran sueldo. Nunca lo he necesitado. De hecho...a mi vida actual me remito.

Eso sí, me resulta fundamental que sea un lugar creativo, lleno de oportunidades, un lugar por construir, donde lo emocionante esté presente. Un lugar donde la diferencia sea virtud, donde la mejor idea no es necesariamente la del jefe, donde no sea importante cuanto tiempo calientas el asiento, donde la innovación no de miedo, donde los valores sean compartidos y donde la persona sea más importante que el negocio. Un lugar donde no dé miedo valorar positivamente, donde nadie se apropie del éxito y donde se reconozcan de inmediato los errores sin miedo al castigo. Un lugar donde la reflexión y la acción vayan de la mano, un lugar que esté en el mundo, un lugar que proporcione a los que por allí pasen experiencias singulares y únicas, un lugar donde la risa y el humor sean “obligatorios”. Si, si, ya lo sé. Quizá sean utopías, pero son las mías.

Y también aprovecho estos meses para investigar, para formarme, para descubrir que la transformación no sólo es posible sino que inevitable. Que todos hemos cambiado, pero sólo el que ha tomado las riendas de su vida, sólo el que lo hace de manera consciente, puede disfrutar y aprender en ese camino.

Y también aprovecho para experimentar, para descubrirme en circunstancias y momentos no antes vividos. Para darme cuenta que estamos llenos de creencias limitadoras que sólo nos mantienen en una idea pasada, que nos impide ser lo que realmente somos.

Disfrutando del olvido. Dejando paso al presente y ... en silencio, porque como le decía a una gran amiga ayer... las palabras pasan siempre por la mente y estamos tan acostumbrados a mentirnos...a agradar...a complacer...a no sufrir...en cambio el cuerpo.... el cuerpo es ese gran desconocido, ese al que no escuchamos nunca, pero que precisamente por eso nunca miente.

Un mes y pico sin escribir...pero qué se puede hacer cuando han pasado tantas cosas.

PD. Sigo sin poner foto...a ver si este mes retomo la cámara.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Que bien Raquel leerte otra vez!!, yo también me gustaría trabajar en lugar así.
Me gusta tu energía.
Besos
Ángeles

Raquel dijo...

Gracias Ángeles!. Me alegra comprobar que todavía hay alguien al otro lado..jajaja.

Encontraremos ese lugar para trabajar...lo encontraremos o lo crearemos. Seguro!!!

Besos

Maite dijo...

ey, yo tambien me he ido pasando periodicamente. Leerte me da esperanza, aunque sea en forma de utopia.

un abrazo,

maite

Anónimo dijo...

Más de uno seguimos contigo... no lo olvides.

Raquel dijo...

Gracias Maite, sabes que yo también te leo. Me encanta cómo y qué escribes. Y al anónimo...pues también, gracias por acompañarme.

Berenice dijo...

Tus utopías no son solo tuyas, creeme... yo me iría de cabeza a trabajar a un proyecto en que se cumplan todas esas utopías.
Animo con el autoempleo.. es duro, a veces pierdes la fe ( a mi me pasa a veces, la soledad tiene esas cosas.. que no hay nadie trabajando contigo que te anime), pero el tiempo nos trae lo que sembramos y lo que deseamos con fuerza.

Raquel dijo...

Gracias Soni, tienes que contarme qué te traes entre manos...seguro que mucho e interesante.