12 junio 2009

Qué barato es lo bueno...

Ayer, de regreso de un día espectacular en la montaña, junto a miles de domingueros más (ni los noté, ni me molestaron. Cómo hemos cambiado, raquelilla!! Cómo hemos cambiado!!), descubro o redescubro que me pasa como a una gran amiga...que no sabe lo que la pasa, que está rara...que está....cómo decirlo...feliz!?.

Supongo que se debe a esos remedios caseros que nunca fallan.

· Tener un para qué cada mañana (básico y más si estás en desempleo como la menda).
· Estar en compañía unas horas al día (también básico si no tienes un trabajo donde socializarte) y si es posible para hacer ejercicio y reírte, mucho mejor.
· Escuchar música a un gran volumen al menos un par de canciones. Donde no escuches otra cosa. Si ya es en directo...te sales.
· Sentir el sol y al aire en la piel. Si puedes andar descalzo sobre la tierra, la hierba o en el agua ... ya sería perfecto.
· Comer sano y disfrutar del momento de preparártelo. Si encima puedes invitar a alguien...
· Alegrar el día o un momento a alguien a quien quieres, con una broma, un gesto o un achuchón muy fuerte.
· Dejarte querer y mimar, sin pensar más allá.
· Disfrutar del aquí y el ahora, mañana ...., mañana es otro día (o no).

Qué barato es lo bueno....

2 comentarios:

Berenice dijo...

Cuando se habla en orientación laboral del pobre parado que ansía curro.. no cabe esperar que haya otras parados felices de serlo porque en realidad no están parados nunca y tienen las necesidades básicas cubiertas.. cada día doy gracias por estar en el segundo grupo, difrutando por primera vez la vida, disfrutando de todo lo bueno.

Raquel dijo...

Cómo sé a lo que te refieres...