19 diciembre 2008

Resucitó la lavadora...quizá me sirva para quitarme los marrones de encima.

La lavadora ya funciona. He pensado en pasarle la factura al Sr. Gallardón. Por lo visto, las faraónicas obras en la orilla del manzanares, con sus cortes de agua y movimientos de tierras, ha hecho que el agua venga con mucha arena y se obstruyan las válvulas y esas cosas. Así que mi lavadora tenía arenilla y no ha sabido sacudírsela ella solita.

Además, mi reumatóloga se empeña en medicarme más, por más que la digo que me encuentro bien, ella no me cree. Lo digo en serio. Todo el mundo aconseja, para que le hagan caso en la Seguridad Social, exagerar los síntomas. Pues con mi reumatóloga no funciona. Qué tal estás?. Bien, mejor. Te mira las manos...te las espachurra...¿te duele?...claaaarroooo (digo yo)...si me aprietas así de fuerte...claro que me duele...vale. No hay más que hablar.
Así que...soy un poco más yonki que hace una semana.

Y ahora, que estamos más cerca de la navidad, no sólo no recibo felicitaciones en el buzón, sino que recibo telegramas citándome en los juzgados. Un marroncito de mi ex trabajo planea de nuevo. Los valientes en sus casas y los “exiliados” en los juzgados. Vaya tela!!!. ¿para cuando el fin de la guerra de egos?. ¿cuándo alguien se preocupará de trabajar y no de ganar posiciones? ¿por qué les incomodará tanto el que no piensa como ellos? Si tan listos son....¿por qué no son capaces de convencer y motivar al personal en lugar de invitarles a marcharse o animarnos a que no volvamos?. En fin.

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