16 abril 2008

Miedito...


Ya queda menos para que comience mi periodo de excedencia, tengo una mezcla de sensaciones curiosas. Por un lado siento una gran liberación. Por fin!!. Llega el momento, el momento de dejar de ir a la oficina, el momento de dejar de ver el careto de algunas personas, el momento de descubrir la luz ahí fuera, por otro siento tristeza, sé que voy a echar de menos a muchas personas, dejar la comodidad, lo conocido...

Y luego pienso ...Qué coño voy a hacer?? A qué voy a dedicarme??. Por un lado me gustaría lanzarme y montar algo, tengo ideas que bullen en la cabeza, pero no consigo ordenarlas...por otro lado, mi mente pragmática y responsable me dice que debo buscar un trabajo alternativo para no tener que volver al actual, que ni me satisface, ni me permite crecer....algo que me permita "ganarme" la vida.

Me digo a mi misma que debo darme un tiempo de descanso para ordenar mi cabecita, pero tengo miedo de no ordenar nada...de seguir haciendo listas sin parar, de ser cobarde y no dar el salto...tengo más miedo de mi misma que de lo que hay ahí fuera....

5 comentarios:

parasol dijo...

Ese miedo a nosotras mismas, a creer en la persona que somos,, es el que produce el desorden porque, lo demás, lo de ahí fuera, ¿qué puede hacernos?
Ánimo!

Berenice dijo...

Seguro que te va todo genial compañera.
Los que nos quedamos en la oficina tenemos una sentación parecida: nos alegramos por la decisión tomada y nos alegra verte mas feliz y relajada (aun con tus dudas).. y nos entristece la marcha.
Al fin y al cabo... lo importante de la oficina son las personas que le dan vida.. y ésta está a punto de perder mucha vida.

Raquel dijo...

Estoy segura que buscar lo que a uno le hace feliz, hace que puedas dar y ofrecer mucho más a los demás. Seguro que reencontraremos caminos y momentos.

Anónimo dijo...

Cuando venía para casa sóla, después de haber compartido un fin de semana rodeada de gente estupenda, de repente he sentido una tristeza enorme al darme cuenta q mañana, y el resto de los días, ya no estarás delante cuando levante la vista en la oficina, viendo como compartes preguntas y sentimientos con Esther y con Esme y esas risas cómplices con Yoli Jose y conmigo, y no puedo parar de llorar!!!. Sé q es la decisión correcta, sé q esto va a hacer q seas más feliz, sé q lo necesitas, sé q vas a aprender y a crecer mucho y sé q vas a conseguir lo q te propongas, pero hoy siento q pierdo el placer de disfrutarte 7 horas al día y me produce una tristeza enorme. Mil gracias compi por dejarme aprender de ti durante estos 5 años en los q hemos trabajado juntas y 1 deseo: volver a hacerlo pronto.
Te quiero.

Anónimo dijo...

Tengo que decirte que me emocionaron mucho, muchisimo tus palabras del correo que nos mandaste, que me alegra que detectes en mi mirada lo mucho que te aprecio y también, porque no, te quiero. Soy un poco cortita de palabras y quizas no expreso mis sentimientos tal y como son, por eso, anoche lloré mucho y de repente me dí cuenta de que igual ahora te pueda demostrar mi amistad de verdad, sin tener en medio la relación laboral, como el fin de semana que me pareció muy muy divertido pero además muy bonito, para recordar siempre y.... espero que nos sigamos viendo en encuentros como éste, como amigos.Muchos besitos y besazos.
También quiero decirte que en ningún momento has salido por la puerta de atras, creo que ha sido por la puerta grande y con un par...
No todos tenemos esa valentía o quizas no lo podemos hacer, el corazón dice una cosa y la cabeza te dice otra y además pone dos razones de peso por medio y eso es muy dificil.
Seguro que ordenas tus ideas y en breve empiezas un camino estupendo, con mucho ánimo.
Besitos