He aprendido que la confianza no es incondicional, que el nivel de exigencia está en función de lo que uno quiere, que los sentimientos además de sentirlos, hay que vomitarlos, que nada es estático, que en el silencio rara vez hay riesgo y por supuesto que todo, incluso la mentira, se construye.
Pero también he aprendido a recomponer el corazón roto en pedacitos, en nuevas ilusiones, a centrarme en lo que quiero y necesito y alejarme, intentando no juzgar, de lo que me provoca dolor o rechazo, he aprendido a mirar y sentir el presente y dejarme llevar, que la vida fluya, he aprendido a descansar, a decir adiós y a abrir ventanas.
El 2008 está a la vuelta de la esquina, 366 atardeceres nos están esperando.
Pero también he aprendido a recomponer el corazón roto en pedacitos, en nuevas ilusiones, a centrarme en lo que quiero y necesito y alejarme, intentando no juzgar, de lo que me provoca dolor o rechazo, he aprendido a mirar y sentir el presente y dejarme llevar, que la vida fluya, he aprendido a descansar, a decir adiós y a abrir ventanas.
El 2008 está a la vuelta de la esquina, 366 atardeceres nos están esperando.
PD. El de la foto (NZ)...es uno de los que más he disfrutado.
1 comentario:
Más de una vez aprendí cosas a partir del dolor y la desesperanza. Uno, en apariencia, se hace fuerte a partir de ciertas desilusiones. Por suerte no existe un manual para evitarlas o conocerlas de antemano. Por suerte, también, no todo es color de rosa. De esa forma podemos disfrutar más de las cosas buenas. El 2008 está a una semana y espero que vos lo vivas más que bien. Y que sigas, como todos, aprendiendo.
Publicar un comentario